ABLANDAR CARNE CONEJO

Cómo ablandar la carne de conejo

Hay dos formas de acceder a la carne de conejo. La primera, cómoda y fácil, es llegarnos hasta la carnicería de la esquina y pedir al carnicero unas piezas de conejo, enteras o troceadas; dependerá del destino que les tengamos previsto.

La otra manera de hacernos con unas buenas piezas de carne de este saltarín animalito es irnos al campo, armados de trampas y de una escopeta, para dar cacería a uno o más conejos salvajes. 

La vía que escojamos nos proveerá de carne más o menos suave, pues son diversos los factores que influyen en la calidad que pueda tener un trozo de conejo. 

La carne de conejo vendida en las carnicerías proviene de granjas de cría, donde el animal tiene poco espacio para movilizarse y su alimentación es manipulada, de lo que resultan conejos con una carne más suave que la de animales salvajes.

El conejo de cacería posee una carne más magra que la de los de granja; es lógico, dado que su movilidad es mayor y su alimentación carece de los nutrientes que tiene los alimentos de los conejos criados en espacios reducidos.

Otro elemento que influye en la dureza o suavidad de la carne de conejo tiene que ver con la edad al momento de ser sacrificado: un conejo joven, de unas doce semanas proporciona deliciosas carnes tiernas, de un rosado brillante. 

Un conejo mayor, ya maduro, que sobrepasa los ocho meses de edad, posee carnes más apretadas y macizas, de mayor dureza y cuyo color tiende a ser más oscuro; su peso alcanza, en promedio, casi los dos kilogramos.

Mientras los conejos jóvenes pueden ser preparados de la misma manera como se hace con las aves, requiriendo de relativamente poco tiempo para su cocción, los conejos maduros requieren ser ablandados de cualquier manera.

Saber cómo ablandar la carne de conejo nunca está demás; ello nos ayudará en el momento en que nos enfrentemos a piezas de este animal que requieran métodos para suavizarlas y hacerlas más masticables, apetitosas y digeribles.

Conejo sin piel

Antes que tener que ablandar la carne de conejo

Al comprar carne de conejo debemos prever el adquirir piezas de este animal que sean blandas para evitarnos el trabajo de tener que suavizarla luego. Para ello, tenemos que exigir cortes de conejo joven, que son los más tiernos.

Otro elemento previo a la preparación de carne de conejo que no deberíamos dejar pasar de lado es solicitar trozos pequeños; es decir, al momento de comprarlo, pedir al carnicero nos trocee el cuerpo del animal.

La cocción es más rápida y la carne queda más blanda cuando la pieza entera del conejo se reduce a trozos de dimensiones que permiten que el calor del fuego los arrope por completo; claro que esto dependerá del platillo que deseemos cocinar.

Al momento de realizar la cocción de nuestra carne de conejo, es recomendable hacerlo a fuego bajo, permitiendo que cada trozo se cocine lo suficiente, pero sin excesos. Cocinarlo a fuego alto puede provocar resequedad en la carne.

¿Cómo ablandar carne de conejo?

Se puede recurrir a diversos métodos para ablandar la carne de conejo; sobre todo, si el conejo es de caza. Este tiene la particularidad de agarrotarse al momento de morir, por lo que no es conveniente realizar su preparación inmediatamente después de haberlo cazado.

Antes de proceder a cocinar un conejo de caza es bueno dejarlo reposar con piel, después de haberlo limpiado y eviscerado, en un ambiente fresco y seco al menos por unos dos o tres días; ello mejorará el sabor de la carne.

Congelar la carne del conejo de caza durante el mismo lapso de tiempo es una opción que permitirá la distensión de las fibras y, además, eliminará ciertos microorganismos que pudieran perjudicar nuestra salud.

El fuerte sabor que adquieren algunas carnes de caza se debe a que no han sido bien sangradas una vez muerto el animal. En estos casos marinar la carne permitirá: suavizar el sabor,  darle más jugosidad y ablandar los tejidos

Una marinada excelente para ablandar carne de conejo la podemos preparar con ingredientes tan simple como:

  • Ajo.
  • Cebolla.
  • Laurel. 
  • Tomillo.
  • Vino tinto.
  • Zanahoria.
  • Zumo de naranja o limón.

En un bol, se mezclan todos estos ingredientes y se sumerge la carne de conejo. Se lleva al refrigerador y se deja reposar durante un día antes de proceder a su preparación. Resultado: carne aromatizada y muy tierna.

Se puede obtener una carne de conejo jugosa y algo crujiente si antes de prepararla, se trata con harina de trigo. Una vez cortada en trozos, se condimenta la carne y se pasa por harina procurando impregnarla bien.

Los trozos de carne enharinada se fríen unos segundos en abundante aceite muy caliente. Al freírlos, quedarán envueltos en una crujiente capa que mantendrá retenida la humedad, dando como resultado una sustanciosa carne.

Una ventaja adicional es que al enharinar la carne de conejo y guisarla, el guiso contará con una salsa especialmente espesa, que contendrá tanto el sabor de los condimentos como el de la carne misma.

Una forma tradicional de ablandar carnes duras es la de golpearla con un mazo diseñado para este fin. Sin embargo, teniendo en consideración que la carne de conejo es bastante magra y poco jugosa, este método no es el más conveniente.

Es preferible optar por someter la carne de conejo a un remojo en leche, lo cual puede hacerse con la pieza entera o una vez que se ha troceado el animal. De cualquier forma que se haga, el resultado será una carne suave y suculenta.

Se llena un recipiente con una cantidad suficiente de leche como para cubrir la totalidad de la carne, se tapa y se lleva al refrigerador hasta el día siguiente. Al momento de prepararla, se retira la carne del recipiente y se lava muy bien.

Guisada, asada, estofada o al ajillo, los resultados serán espectaculares y deliciosos, debido tanto al suave sabor que adquiere la carne de conejo como a la blandura que le proporciona el remojado en leche.

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