ABLANDAR PULPO COCIDO DURO

Cada región exhibe en su gastronomía un plato que se constituye en su bandera, en su carta de presentación y, en ocasiones, hasta de atracción turística.

Galicia, comunidad ubicada al noroeste de España, se caracteriza por ofrecer a propios y extraños diversas elaboraciones culinarias que se constituyen en verdaderos manjares para el deleite del paladar más exigente.

Sin embargo, si hay algún plato en especial que identifica y enaltece plenamente a la región gallega, es la preparación del pulpo la que pone las cinco estrellas en cada presentación, por muy sencilla que esta sea.

El pulpo es un plato que se degusta mejor cuando aún está caliente, por lo que es recomendable servirlo en cazuelas o en platos de madera que se han calentado previamente.

En la tradición de preparar pulpo, se ha mantenido el criterio de que hay que golpearlo hasta que pierda la dureza. Este proceso permite romper las fibras musculares y obtener una carne de mayor blandura.

Si se cometen errores en la preparación de este molusco, el resultado puede llegar a ser una carne dura o gomosa. Siempre es aconsejable respetar los tiempos de cocción, los cuales dependerán del tamaño que tenga el animal.

El pulpo se suele cocer entre 15 y dieciocho minutos, de acuerdo con su peso. Sin embargo, es preciso establecer controles más objetivos, que impidan que la cocción se detenga prematuramente o que se pase el tiempo de cocido.

Una forma de controlar el punto preciso de cocción se realiza introduciendo un palillo o la punta de un cuchillo en el área más gruesa del tentáculo. Si la resistencia es mínima, es porque ya está cocido lo suficiente.

El mercado moderno ofrece diferentes alternativas: unos crudos, pero ya congelados; en otros casos, se entrega el pulpo ya cocido. Como es lógico suponer, el precio de estas especies es mayor que el de uno fresco.

La preparación del pulpo comienza con el ablandado de su carne. Siguiendo la tradición, si se tienen buenos músculos y se halla una buena piedra, se lo puede ablandar golpeando repetidas veces el cuerpo del animal contra la roca.

Esta forma de ablandar la carne del pulpo es muy conveniente si se cuenta con uno fresco que se requiera prepararlo en poco tiempo. De lo contrario, se pueden escoger alternativas como el congelado.

Congelar el pulpo hará que sus fibras musculares se rompan y su carne se torne blanda. Sin embargo, este método requiere ser aplicado dos o tres días antes de pensar en cocinarlo.

El pulpo debe limpiarse ante de ser sometido a la congelación. Para ello es necesario abundante agua y unos cuantos limones, de los cuales se extraerá el zumo.

  • El primer paso para obtener un pulpo limpio consiste en enjuagarlo  generosamente en agua.
  • Una vez enjuagado, se coloca en un recipiente; se extiende por completo para agregar el zumo de limón, procurando cubrir cada parte del animal.
  • Se deja reposar el pulpo en el jugo del cítrico durante 10 o 15 minutos, tiempo después del cual se procede a quitarle toda la baba y la suciedad que tenga.
  • Se enjuaga muy bien nuevamente para evitar que queden restos del zumo de limón; si llegara a suceder, el sabor obtenido, independientemente de la receta, no será el esperado.
  • Finalizado todo este proceso, el pulpo estará listo para ir al congelador envuelto en papel plástico.
  • Los resultados de la preparación, al seguir estos pasos, tiene que ser un pulpo de carnes blandas si se cuece de la manera apropiada.

 El uso de los utensilios de cocina permite que el pulpo pueda ser cocido con agua o sin ella. Si se va preparar una receta culinaria en olla abierta, el agua es imprescindible. Si se usa olla exprés o rápida, el agua se puede ahorrar.

Una vez que se ha ablandado el pulpo, sea por el método tradicional de golpearlo contra una piedra o bien por el método del congelado, para cocinarlo en una cacerola con agua y destapado, hay que tener en cuenta:

  • Que la olla donde se pondrá a hervir el agua sea lo suficientemente grande.
  • Una vez que el agua ha alcanzado el punto de ebullición, se ‘asusta al pulpo’; esto es, se toma por la cabeza de tal manera que los tentáculos queden al aire, colgando.
  • Por tres veces consecutivas, con intervalos de tres segundos, se introduce y se saca el pulpo en el agua hirviente. No importa que la temperatura del agua descienda durante este procedimiento.
  • ‘Asustar’ al pulpo proveerá un producto con una piel firme y más tersa, que no se desprenderá al momento de cocinarlo.
  • Cuando el agua haya alcanzado nuevamente el punto de ebullición, se coloca en la cacerola el pulpo, dejándolo cocinar entre 15 y 18 minutos por cada kilogramo de peso del animal.
  • Durante este tiempo de cocción, la olla se mantiene destapada.
  • Terminada la cocción, la olla con el pulpo se retira del fuego y se deja en reposo por 15 o 20 minutos antes de sacarlo del agua y proceder a la preparación de la receta que se tenga en mente.

Cocinar el pulpo sin agua es posible al hacer uso de una olla de fondo grueso. Serán los propios jugos del molusco los que aportarán el líquido necesario para el cocido, lo que deja al final más sabor, tanto en la carne como en el caldo.

En este caso, el recipiente donde se hará la cocción se tapa, pero teniendo el cuidado de no provocar presión. Se puede usar una olla rápida o una exprés, pero con tapas que se ajusten a ellas, sin cerrarlas por completo.

Se procede:

  • Precalentando la olla, sin agua.
  • Una vez que el recipiente se ha calentado lo suficiente, se coloca el pulpo y se pone la tapa.
  • Se deja cocer el pulpo a fuego medio, sin destapar, durante 15 a 18 minutos por cada kilo de peso.
  • Se procura que la cocción llegue al punto en el que el pulpo quede al dente.
  • ¡Y listo! El pulpo está listo para cualquier receta.

Se puede volver a cocer el pulpo si está duro?

Sí, es posible volver a cocer el pulpo si está duro. El pulpo es una carne que se puede cocer varias veces sin problema, siempre y cuando se cocine de manera adecuada.

Para volver a cocer el pulpo, primero debes sumergirlo en agua hirviendo durante unos minutos. Esto ayudará a ablandar la carne y a hacerla más tierna. Luego, retira el pulpo del agua y deja que se enfríe durante unos minutos.

Una vez que el pulpo esté ablandado, puedes cortarlo en rodajas o en trozos según sea necesario y cocinarlo de la manera que prefieras. Por ejemplo, puedes saltear el pulpo en una sartén con aceite y ajo, o puedes añadirlo a una sopa o a una ensalada.

Es importante tener en cuenta que el pulpo cocido se puede almacenar en la nevera durante varios días, por lo que es una buena opción para hacer comidas de antemano. Sin embargo, asegúrate de calentarlo adecuadamente antes de servirlo para evitar cualquier problema de seguridad alimentaria.

Pulpo cocido información nutricional

El pulpo cocido es una fuente de proteínas de alta calidad y también contiene una cantidad moderada de grasas y carbohidratos. Además, es rico en vitaminas y minerales, como el hierro, el calcio y el sodio.

A continuación se presenta una tabla con la información nutricional del pulpo cocido por cada 100 gramos de pulpo:

  • Calorías: 74
  • Proteínas: 16,4 gramos
  • Grasas: 1,2 gramos
  • Carbohidratos: 3,1 gramos
  • Fibra: 0 gramos
  • Hierro: 1,8 miligramos
  • Calcio: 60 miligramos
  • Sodio: 708 miligramos

Es importante tener en cuenta que esta información nutricional puede variar dependiendo de la forma en que se cocine el pulpo y de los ingredientes adicionales que se utilicen. Por ejemplo, el pulpo frito o empanado puede tener un contenido calórico y de grasas más alto debido a la adición de aceite o harina.

En general, el pulpo cocido es una opción nutritiva y deliciosa que se puede incluir de manera ocasional en una dieta equilibrada. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el pulpo cocido también contiene sodio, por lo que es importante controlar la cantidad de pulpo que se consume si se trata de controlar la presión arterial.

Pulpo cocido huele mal

El pulpo cocido puede tener un olor fuerte y distintivo debido a su sabor y textura únicos. Sin embargo, si el olor del pulpo cocido es desagradable o descompuesto, es posible que el pulpo no esté fresco o se haya cocido incorrectamente.

Cuando compras pulpo, es importante asegurarte de que esté fresco. El pulpo fresco debe tener un olor suave y ligeramente salado, y debe estar firme al tacto. Si el pulpo tiene un olor fuerte o desagradable o está blando o decaido, es posible que no esté fresco y deberías evitarlo.

Además, es importante cocinar el pulpo correctamente para evitar problemas de olor desagradable. Es recomendable cocinar el pulpo a fuego medio o bajo durante un tiempo suficientemente largo para que se ablande, pero no tanto como para que se deshaga. Si el pulpo se cocina demasiado, puede volverse blando y deshacerse, lo que puede darle un olor desagradable. También es importante evitar cocinar el pulpo con alimentos que puedan alterar su sabor, como ciertas verduras o especias.

Si sientes que el pulpo cocido huele mal, es importante descartarlo y no consumirlo. Puede ser peligroso para tu salud comer alimentos que huelen mal o tienen un olor desagradable.

Cómo ablandar tentáculos de pulpo?

Los tentáculos de pulpo pueden ser difíciles de ablandar si no se cocinan correctamente. Sin embargo, existen algunas técnicas que puedes seguir para ablandarlos y conseguir que queden tiernos y suaves.

Una forma de ablandar los tentáculos de pulpo es cocinándolos a fuego medio o bajo durante un tiempo suficientemente largo. El tiempo de cocción dependerá del tamaño y la frescura del pulpo, pero en general se recomienda cocinarlo durante 30-45 minutos. Es importante no cocinar el pulpo demasiado tiempo, ya que puede volverse blando y deshacerse, lo que puede alterar su sabor y textura.

Otra forma de ablandar los tentáculos de pulpo es sumergiéndolos en agua fría durante varias horas antes de cocinarlos. Esto ayuda a que los tentáculos se ablanden y se cocinen más fácilmente. También puedes probar a cocinar el pulpo en agua hirviendo durante unos minutos y luego transferirlo a agua fría para enfriarlo y ayudar a que se ablande.

Es importante recordar que el pulpo fresco es más fácil de ablandar que el pulpo congelado o descongelado. Si estás trabajando con pulpo congelado, asegúrate de descongelarlo correctamente antes de cocinarlo.

Otra forma de ablandar los tentáculos de pulpo es golpeándolos ligeramente con una herramienta de cocina pesada, como una cuchilla o un rodillo de cocina. Esto puede ayudar a romper las fibras y hacer que los tentáculos se ablanden más rápidamente durante la cocción. Sin embargo, ten cuidado de no golpear demasiado fuerte, ya que podrías dañar el pulpo.

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