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CÓMO EVITAR QUE TE DESPIDAN EN LATAM

¿Cómo evitar que te despidan en LATAM?

En los últimos años, la economía mundial presentaba nuevamente un ascenso estabilizador, dejando atrás los estragos producidos por la gran depresión; una crisis económica que comenzó en 2008 hasta mediados del 2015.

Sin embargo, con la llegada del SARS-CoV-2 la población mundial ha entrado de nuevo en una zozobra generada a partir del desconocimiento sobre qué será de sus empleos. La parálisis laboral abarca todos los continentes y en Latinoamérica, parecen ser que las pérdidas serán aún mayores.

En tiempos donde los despidos aumentan y las nuevas oportunidades de trabajo parecen escasear, lo mejor es tomar cartas en el asunto y actuar lo antes posible. Destacar de nuestros colegas y compañeros, puede fortalecer nuestra estadía laboral y la supervivencia a la crisis. Para que tus jefes o empleadores consideren lo valioso que eres y no te tomen en cuenta a la hora de realizar despidos; sigue nuestros consejos y recomendaciones:

Cómo evitar ser despedido en Latinoamérica

Aunque las políticas laborales varían dependiendo de casa país, todas comparten la misma base. De esta, surgen tanto las normas para los trabajadores, como sus derechos y lo que se espera de un buen empleado.

Para asegurar tu puesto laboral, es necesario que te conviertas en la mejor versión de ti mismo; es decir, en un trabajador que sea considerado como valioso. Para destacarte, sigue los siguientes consejos:

1. Intervén en las reuniones

Las reuniones son los momentos perfectos para demostrar lo competente y valioso que puedes ser, en especial cuando los temas a tratar implican la búsqueda de soluciones.

Los directivos adoran a los trabajadores resolutivos, proactivos y bien encaminados; por lo que ante tus propuestas para abaratar costos, mejorar la estructura de los negocios o resolver crisis; mostrarán especial interés. No temas en presentar tus ideas, seguramente lograrás un merecido reconocimiento.

2. Asume proyectos importantes

Un proyecto difícil, importante y desafiante te permitirá subir a la palestra de los mejores empleados sin apenas notarlo. Los beneficios obtenidos pueden ser notorios; debido a que tendrás asistencia a reuniones de alto nivel, recursos a los que antes no tenías acceso, cursos de capacitación y nuevos clientes.

Sin embargo, los beneficios obtenidos implican asumir un riesgo; ya que, deberás contar con la capacidad necesaria para hacerte cargo del proyecto que has asumido. La mejor forma para implementar este consejo es, manejándote dentro de un rango de riesgo razonable; de esta forma asumirás proyectos más difíciles pero que puedas completar satisfactoriamente. Al final, además de cosechar los frutos; habrás adquirido el conocimiento y la experiencia suficientes como para tomar riesgos aún mayores.

3. Sé un buen compañero de trabajo

Otra grandiosa forma para destacarse en el trabajo es, siendo un buen compañero. Esto no quiere decir que debas convertirte en el mejor amigo de tus colegas, sino que estés atento y te muestres dispuesto a tenderles la mano para ayudarlos, aconsejarlos o felicitarlos por sus logros.

En pro de favorecer un mejor ambiente laboral y un máximo rendimiento, muchos directivos prefieren mantener a empleados que trabajen en equipo y se lleven bien que a otros solitarios y conflictivos. ¡Forma alianzas!

4. Consigue un mentor

En cualquier tipo de trabajo, un mentor o consejero puede ayudarnos a crecer y a escalar con mayor rapidez; gracias a que aprendemos de sus errores y aceptamos sus consejos.

Por otro lado, un mentor que ostente un buen puesto puede ayudarte a ganar notoriedad; aunque no es necesario que este ocupe un lugar jerárquico para enseñarte cosas de valor. Sé humilde y acepta sus consejos, seguramente te ayudará a subir en el escalafón.

Errores a evitar si deseas mantener tu empleo

Al igual que algunas acciones, actitudes o decisiones pueden hacernos ascender rápidamente en nuestros trabajos; existen otras que solo conseguirán que nuestros jefes deseen despedirnos. A continuación, te presentamos algunas de ellas para que tengas oportunidad de corregirlas:

  • Llegar tarde e irrespetar el horario de trabajo.
  • Mentirle a los jefes, compañeros o demás miembros del personal.
  • Gritar o discutir acaloradamente con cualquier miembro del equipo.
  • Tener conversaciones personales en horario de trabajo.
  • Mirar redes sociales o perder tiempo mientras deberías estar trabajando.
  • No moderar el tono de voz o el lenguaje.
  • Robar material de la oficina.

Además de las actitudes o acciones antes mencionadas, debes recordar que en la mayoría de los casos, el rubro en el cual laboramos suele tener comunicación; por consiguiente, si transmites una mala imagen en tu trabajo actual, esta puede seguirte por el resto de tu carrera. Por ello, ten presente que la forma en la que te comportes en el trabajo determinará gran parte de tu futuro profesional.

Para adquirir mayor experiencia, entablar una buena relación laboral con tus compañeros, ganarte el respeto de tus jefes, mantener tu empleo y aparte subir de puesto; toma los siguientes consejos:

  • Identifica las actitudes erróneas o incorrectas que puedas estar cometiendo y corrígelas rápidamente.
  • Trabaja arduamente y transmite la mejor imagen que seas capaz de proyectar.
  • Esfuérzate todos los días y busca superarte o mejorar en tu trabajo.
  • Pregunta a tu mentor qué aspectos puedes mejorar para ofrecer un mejor trabajo u obtener mejores resultados.

Muchas veces no sabemos el valor que tenemos en la oficina, pero basta con responder tres simples preguntas:

  • ¿Ocupo proyectos importantes o sólo cumplo mi horario?
  • ¿Mis compañeros me piden ayuda o nadie me necesita?
  • ¿Aporto ideas o solo acato órdenes?

Este tipo de interrogantes, pueden revelar información de la que no somos plenamente conscientes. Por ello, es necesario evaluar las respuestas y trabajar en función a ellas; es decir, mejorar para conseguir cambiar el resultado.

Reflexión final

Generalmente, la actitud que tenemos en la oficina es el reflejo del trato que recibimos por parte de nuestros jefes, superiores o compañeros de trabajo. Si muestras una actitud proactiva, motivada, voluntariosa y con ganas de crecer; seguramente te considerarán para asumir proyectos o para contar con tu opinión en la toma de ciertas decisiones.

Por el contrario, si te quejas constantemente de situaciones que puedes cambiar y no lo haces, siempre tienes pereza o tu nivel de esfuerzo es mínimo; lo más probable es que no se acerquen a ti por consejos o para formar parte de proyectos importantes. Ningún trabajador o jefe deseará trabajar con una persona con la que no se puede contar; si actualmente tienen esa opinión de ti, tocará cambiarla con mucho esfuerzo.

Quizás consideres innecesario este último consejo; pero lo cierto es, que en cualquier trabajo contar con la actitud correcta puede llevarte muy lejos. Si deseas mantener tu empleo, identifica tus fallas, evita las actitudes tóxicas, cumple tus tareas, supera las expectativas y sé la mejor versión de ti mismo.

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