Cómo hacer una cerradura eléctrica casera con pocas cosas
Hacer una cerradura eléctrica casera no requiere de muchas cosas. En su fabricación se pueden usar materiales de reciclaje o de muy bajo costo. Todo está en saber qué se necesita y dónde buscar.
Lo demás depende del ingenio de cada quien y de las habilidades que se hayan podido desarrollar para la construcción de objetos y mecanismos que hagan mejor e incrementen la seguridad.
Hacer una cerradura eléctrica implica también enfrentarse a una disyuntiva que formula dos caminos: uno fácil y uno menos fácil.
En esta ocasión se emprenderá la ruta que, supuestamente, resulta ser la más fácil y la más económica, construyendo la cerradura eléctrica con un pasador de hierro y haciéndola funcionar con un solenoide y un mando a distancia.
¿Qué materiales se necesitan para hacer esta cerradura eléctrica casera?
Aun cuando la lista parece algo larga, muchas de las cosas ya están en el hogar o pueden conseguirse fácilmente; no obstante, esta lista puede ser modificada y adaptada a los gustos y posibilidades de cada persona:
- Un cerrojo o pasador de hierro de 5/8 de pulgada de diámetro con un mango (palanca o tirador) cuyo diámetro puede ser de 3/8 de pulgada.
- Dos guías o armellas de hierro.
- Alambres lisos gruesos o varillas de acero, de entre 3/16 y 7/32 pulgadas de diámetro.
- Un perro metálico conector.
- Un transformador de 12 voltios.
- Una batería de 12 voltios.
- Cables.
- Motor, bobina eléctrica o solenoide bloqueador de puertas de automóviles.
- Lámina metálica para la base del solenoide.
- Control remoto o mando a distancia.
- Módulo de cierre centralizado para puertas de automóviles.
- Módulo de alarma para vehículos.
- Interruptor o suiche de tres posiciones.
- Caja metálica.
- Tornillos con arandelas.
- Taquetes (ramplús) plásticos o de metal.
- Grapas y clavos para cable eléctrico.
- Cinta plástica para electricidad.
- Grasa o aceite lubricante.
Los materiales que se detallan acá pueden ser adquiridos en casas de comercio dedicadas al ramo; pero también se pueden obtener a precios más económicos en ventas de desguaces o de aparatos que hayan dejado de funcionar.
Las herramientas necesarias para la realización del trabajo son tan simples como los materiales:
- Destornilladores de pala y de estrías.
- Taladro, con brocas adecuadas al material a perforar.
- Alicates.
- Pelacables.
- Máquina de soldar y electrodos (si aún no se tiene instalado el pasador).
¿Cuáles son los pasos para la instalación de la cerradura eléctrica casera?
- El primer paso es instalar el pasador de hierro, las guías y el puente, soldándolos a la puerta que se desea asegurar y al marco metálico, respectivamente.
- Se levanta el mango del pasador y se sostiene con una lámina metálica, la cual estará fijada en sus extremos con tornillos, de tal forma que le permita al mango del pasador moverse de un lado a otro.
- Es importante que haya cierta holgura entre la lámina que sostiene el mango del cerrojo y la puerta; ello para evitar que se obstaculice el buen funcionamiento del mecanismo.
- Una vez instalados estos elementos, se lubrican tanto el pasador, como las guías y el puente. La lubricación cumplirá una doble función: repeler el óxido y facilitar el desplazamiento del cerrojo.
El segundo paso tiene que ver con la instalación del mecanismo que moviliza el pasador: el solenoide, los cables y las varillas impulsoras del pasador.
- A unos 25 cm del pasador se fija firmemente una lámina metálica que servirá de base al solenoide.
- Con tornillos, se asegura muy bien el solenoide a la placa metálica que le servirá de base.
- Se engancha una de las varillas al solenoide y la otra al mango del cerrojo. Ambas estarán unidas por el perro metálico conector, que permitirá ajustar la distancia adecuada para que el cerrojo trabe o destrabe la puerta.
Un tercer paso tiene que ver con la disposición de los componentes eléctricos que forman la fuente de energía y control de la cerradura.
- Se comienza por fijar en la pared los taquetes para los tornillos que sostendrán la caja metálica. Esta debe ser de un tamaño tal que permita contener la batería y los módulos, el de cierre centralizado y el de la alarma.
- Se instala la caja y se colocan en ella convenientemente la batería, el módulo de alarma y el módulo de cierre.
El módulo de alarma será el encargado de recibir la señal del mando a distancia, en tanto que el módulo de cierre activará el solenoide mediante un impulso eléctrico.
- Se empalman los cables al solenoide cubriendo cuidadosamente las uniones con cinta para aislar; luego se extienden hasta la caja metálica donde se conectarán al resto de componentes electrónicos.
- Ubicado cada elemento en la caja, se procede a realizar las conexiones entre el solenoide, los módulos de cierre y alarma y el transformador. El resto es probar el funcionamiento de la cerradura.
En los transformadores se suele identificar cada uno de los cables, señalando el positivo y el negativo. Estos se conectarán en los módulos haciendo coincidir positivo con positivo y negativo con negativo.
Si no se tiene conocimientos de electricidad, lo más conveniente es recurrir a un electricista que se encargue de llevar a cabo esta parte del trabajo.
En el cable positivo se conectará un interruptor de tres posiciones que permitirá seleccionar entre el apagado del sistema y la fuente de energía con la que se desea que funcione: el transformador o la batería.
En cuanto a la batería, esta actúa como un dispositivo auxiliar en momentos en los que por cualquier motivo falla la energía eléctrica en el hogar. Se mantiene conectada al sistema de seguridad y cargada permanentemente.
Como es posible observar, en muchas ocasiones, las soluciones a los problemas que ofrece el día a día están ante nuestros ojos y, paradójicamente, se nos hace difícil reconocerlas debido a su simplicidad o sencillez.