GARBANZOS COCIDOS y BLANDOS

Debes saber que la dieta diaria se considera completa solo si en la ingesta se incluye legumbres, debido a las propiedades que poseen estos vegetales y los beneficios que brindan al organismo; amén de contribuir a mantener un cuerpo fuerte y saludable.

Aunque oriundo de Oriente, adaptado al Mediterráneo, el garbanzo es una de las legumbres de mayor demanda en la preparación de platos típicos españoles, en donde se manifiesta como un exquisito acompañante.

La cualidad alimenticia del garbanzo es indiscutible, así como su rendimiento y capacidad altamente nutritiva.

Además de su alto contenido de fibra, esta leguminosa aporta vitamina B6, vitamina C y potasio; todos excelentes nutrientes para gozar de un corazón saludable.

Demás está decir que la fibra contenida en las semillas de garbanzo promueve la función intestinal, asistiendo en el buen tránsito de la materia fecal y actuando en la prevención del estreñimiento y formación de heces duras.

Además de procurar un aparato digestivo con buena salud, la fibra del garbanzo actúa en la disminución de los niveles de azúcar y de colesterol en sangre, promoviendo, además, una magnífica presión sanguínea.

El garbanzo cuenta con minerales entre los que despuntan el fósforo, el hierro, el magnesio, el calcio y el potasio. También están presentes en esta leguminosa vitaminas pertenecientes al grupo B, vitamina E y ácido fólico.

No obstante, su dureza exige ciertos pasos previos a su cocción; pero su valor alimenticio compensa con creces cualquier esfuerzo que tengamos que hacer para disfrutar de un suculento plato de garbanzos.

Existen muchas formas de lograr que el garbanzo entregue toda su vitalidad haciendo a un lado su peculiar dureza; por ello, si acaso te estás preguntando cómo ablandarlos, busca acá alguna respuesta.

El garbanzo lo puedes cocer a la manera tradicional o bien, puedes optar por variantes más modernas y hacer uso de una olla express o de una olla rápida, si tu deseo es cocinar los granos en el menor tiempo posible.

Antes de pasar a detallar cómo cocer garbanzos en olla rápida o en olla express, aclaremos las dudas relacionadas con la pregunta acerca de si ambas son la misma cosa o son ollas con características diferentes.

Aunque similares en su forma, hay diferencias puntuales que tienen que ver con la capacidad de presión y la velocidad con la que se cuecen los alimentos en cada una de ellas.

La capacidad de presión está determinada por la forma en que se cierran ambos utensilios: la olla express cierra con una barra que la atraviesa de extremo a extremo por su parte superior para engancharse en las asas.

 Para cerrar la olla rápida, se procede girando la tapa encima del cuerpo de la olla, lo que permite un ajuste perfecto; mientras la olla rápida entrega una presión de algo más de 1 bar de presión, la express solo alcanza 0,5 bares.

La diferencia en la capacidad de presión permite que la cocción de los alimentos se lleve a cabo en menor tiempo al hacer uso de una olla rápida.

Cocer garbanzos en olla rápida

Sea cual sea la técnica o el método que se siga para cocinar garbanzos, estos siempre exigirán un remojo previo, sin importar si es en agua fría, tibia o caliente; con ablandadores o sin ellos. La dureza del grano así lo demanda.

Esta es solo una de las miles de formas que se pueden encontrar para cocinar garbanzos; pareciera que cada comunidad, pueblo o familia tiene un modo de preparar esta versátil legumbre.

  • Todo comienza con el agua para el remojo: en un recipiente se coloca una parte de garbanzos y, como mínimo, tres partes de agua; lo ideal es que el agua sobrepase ampliamente el volumen de los granos.
  • El tiempo de remojo: se suelen dejar remojando durante toda la noche, entre ocho y doce horas.
  • Luego del remojo: se cuelan los garbanzos y se enjuagan con agua fría, procurando evitar rozarlos en exceso o romper los granos.

Remojados y escurridos, los garbanzos quedan listos para iniciar su proceso de cocción. Para ello:

  • Primero se ponen los garbanzos en una olla y se les añade la especie aromática que más nos plazca.
  •  Se cubren los garbanzos con agua caliente hasta por unos dos centímetros por encima de ellos.
  • Si se prefiere, se calienta previamente el agua en la misma olla donde se hará la cocción y luego se añaden los granos.
  • Se hierven durante cinco minutos a fuego alto y sin taparlos. En tanto, se va retirando la espuma que genera el hervido de los garbanzos.

Hasta acá, no importa el método que se seguirá para la cocción de los garbanzos, si prepararlos en olla rápida o hacerlo en la olla express.

Si se opta por cocerlos en la olla rápida, se procede como sigue:

  • Se pone la olla cerrada a fuego un poco menos de medio.
  • El fuego se baja un poco más cuando aparecen las dos anillas rojas, procurando que estén visibles durante el resto de la cocción.
  • Transcurridos quince minutos, se retira la olla del fuego y se mantiene tapada hasta que la presión haya bajado y no se haga visible ninguna de las anillas.
  • Ya puedes comenzar a degustar el plato que has preparado o combinar tus garbanzos con otros alimentos a los que puede servir de acompañante.

En el caso de que la opción elegida sea la de cocer los garbanzos en olla express, el procedimiento es el mismo hasta el momento de hervirlos durante cinco minutos.

  • En esta oportunidad, solo cambia el tiempo de cocción, que será de entre veinte y veinticinco minutos en este tipo de olla.
  • Al final, se debe mantener el mismo cuidado de no quitar la tapa hasta estar seguros de que la presión del vapor de agua ha cedido y que se puede actuar con toda seguridad.

Por último, para una mejor cocción de los garbanzos, valen también los consejos siguientes:

  • Si se desea una piel de los granos más suave, se le agrega la sal una vez que estén cocidos.
  • Si el agua que se utiliza para la cocción es dura, es decir, tiene un alto contenido de sales minerales, esto puede influir en la textura de los granos una vez cocidos, pueden no resultar tan suaves como se desea.

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